miércoles, 13 de agosto de 2008

Por qué la igualdad no es un bien democrático

Hay dos grandes principios que conforman la democracia: la libertad y la fraternidad. Pero naturalmente a todos nos resultan insufientes, nos falta la compensación, un tercer "principio", algo que no es realmente democrático, aunque tenga mucha apariencia de serlo. Es la igualdad. El trozo blanco.
Ni somos iguales, ni tenemos ganas de serlo. Y quien quiera la igualdad es porque es envidioso. Yo no quiero ser igual a nadie, ni tener lo mismo, ni cobrar lo mismo, ni merecer lo mismo. Yo amo el desastre.
Lo otro es un cuartel.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Nunca habíamos pasado unos ratos tan buenos en una filá.
Felicidades y hasta el próximo año que tendremos que celebrar la Capitanía.