Veinte templaris. Un número que no falla.
¿algún turbio asunto a recordar?
¡y tanto!.
¿qué cojones hacíamos plantando la caña de bambú?
Si tengo algún mérito es ser gilipollas.
Lamento resultar un plomo. Pero tengo tiempo y ganas, y un código de acceso. Debo decir también que no ha llegado la dispensa, y por lo tanto cualquier actuación referente a lo que comentábamos se merece pues una reprobación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario