domingo, 13 de septiembre de 2009

Arrojar una piedra

"Arrojar una piedra es una acción punible. Arrojar mil piedras es una acción política.
Incendiar un coche es una acción punible, incendiar cien coches es una acción política.
Protestar es denunciar que eso o aquello no es justo.
Resistir es garantizar que aquello con lo que no estoy conforme no se vuelva a producir."
Ulrike Meinhof, "una mujer tan muerta como su política,"(*) llegó a las manos,- o a las bombas,- contra un statu quo insatisfactorio.
¡Por Dios!, ¡Nada de violencia!, pero cuidado, no se puede tolerar la estupidez normativa, la intoleracia que se hace pasar por civismo.

Y claro que, por mucha manía que les tenga, no comparto su opinión de "que el hombre de uniforme es un cerdo, no un ser humano, y así es como debemos tratarle. Eso significa que no tenemos de que hablar y que es un error rotundo dialogar con ellos".

(*) Según Arno Luik.

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