sábado, 16 de febrero de 2008

Sobre la necesidad de comprendernos








Hoy, con todo ese rollo de la Setmana Cultural, habíamos programado un par de actos. Uno era el concierto, y otro el acudir al Centro ese donde están los patrocinados.
Ha sido unos de mis mejores días como Templari.
Sin embargo no ha tenido un mérito especial, no ha sido un día vibrante.
Ha sido como tiene que ser un buen día. Además era el cumpleaños de Emilio a quien felicito otra vez.
Lo más curioso, la razón porque he titulado de forma tan ostentosa este comentario, es que lo he palpado,- el buen día ese del que hablo.-
Se nota, es una obligación,- comprender.- Es lo que queremos, lo que debemos hacer, lo que nos llena, lo que nos hace felices, lo que nos pedimos a nosotros mismos, contra nuestra tendencia a la opacidad, al que no nos conozca, ni sepa lo que pensamos la más cercana de nuestras relaciones.
Pero yo, que soy más bien obtuso, y además me importa un huevo, serlo, parecerlo o disimularlo, disfruto cuando entiendo o me entienden.
Me gustan los días de lluvia, de mal tiempo… pero ¡el Sol!, los días de sol. ¿Cuál es mejor tiempo que EL BUEN TIEMPO?
Creo que debería ahora mantenerme al margen de la euforia etílica del escribidor, y hacer algún comentario cáustico que trate serenar sus comentarios, pero sinceramente no veo la necesidad de comportarme esquizofrénicamente, yo soy el imbécil que ha escrito todo lo de antes,- y de lo estupendo que es querer (esa palabra mágica que mezcla voluntad y amor).-
Para entendernos, ¡ir al Centro de disminuidos ha sido una pasada!



PD: Gracias Peter, no veía el momento de poner algo de la Setmana Cultural.

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